martes, noviembre 29, 2005
Eleanor Rigby
Como le dije al primo carafuro en respuesta a una entrada de su blog, no iba a caer en el mismo error de la SEMFYC (Sociedad española de medicina familiar y comunitaria), que el dia contra la violencia de genero (basicamente el maltrato a la mujer) no dijo ni MU en su congreso anual.
Los medicos de familia (o proto-medico de familia, como es mi caso) vivimos esta situacion casi a diario. No es agradable. No es fácil. Pero es real. El otro día, en una jornada sobre el tema, nos dieron una estadistica aterradora. El porcentaje exacto no lo recuerdo. Pero sí que recuerdo que mi tutor y yo hicimos cuentas, y no nos salían. De nuestro cupo (tenemos unas 1900 almas a nuestro cargo), unas 80 mujeres según la estadística sufren malos tratos, bien físicos bien psicológicos. Y lo realmente aterrador en un principio podría ser que no sabemos de más de 20 este dato.
Lo triste es que de esas 20 que sí sabemos que sufren esta situación en casa... muy muy poquitas hacen o han hecho algo al respecto. Al menos 3 que yo sepa están en trámites de separación, metidas en juicios, con ordenes de alejamiento de por medio. y de esas 3 personas, tenemos a las 3 parejas en el mismo cupo. Es decir, que en cualquier momento se nos cruzan agresor y agredida en la sala de espera. Hemos pedido a la administracion que cambien de centro a alguna de las personas (lo logico sería cambiar al agresor, no?). Ya veremos qué nos responden.
Para vuestra información, deciros que la ley nos obliga al personal sanitario a cumplimentar un parte de lesiones especial si sospechamos violencia de género. En ese parte describimos tanto las lesiones físicas como el estado de animo de la persona. Se envía una copia al juzgado. Desde allí se contacta con la persona agredida, y solo con la persona agredida, para que vaya al juzgado a declarar... si quiere o puede.
Si no, se archiva.
Se nos ha enseñado que en este tema debemos de ir al ritmo de la persona agredida. Es decir, unicamente ofrecer nuestra ayuda, y la informacion de la que dispongamos. Nunca forzar las situaciones. Aunque te lo veas venir. Aunque veas paliza tras paliza. Aunque hagas parte tras parte. Es la mujer quien decide el momento. Pero sí que hay cierta información de la que generalmente no dispone la mujer, y que le puede hacer decidirse. Como la custodia de los hijos, o quién se queda en casa, o dónde voy a ir, o cómo van a evitar que me busque y me mate.
Pero muchas veces la pelota está en el alero de la mujer. El maltrato lleva a una situación que mi madre llama de "Síndrome de Estocolmo". El enganche es muy fuerte, y no siempre se ve la salida. O nunca se ve que la salida correcta es la ruptura. Es el caso de "J", una persona de mi cupo. Desde que el marido salió de la cárcel, es paliza tras paliza. Y pagarle las cogorzas. Y aguantarle día tras día. Mes tras mes lo hemos visto desde la consulta. Y hablado. Es de las personas con las que rara vez estamos menos de 15 minutos hablando en la consulta. Y hasta la última vez que vino, no se planteó el abandonarle. El emprender acciones. Esta vez, tomó la decisión. Pero no se quiso llevar el resguardo del parte de lesiones. Porque si lo encuentra el marido... paliza que te llevas.
Por eso, muchas veces nos da tanto miedo preguntar, como recomiendan, a todas las mujeres que cómo va en casa. Porque les conoces de un tiempo y temes destapar la caja de los truenos.
Pero hemos decidido afrontar esto. Ya veremos dónde nos lleva.
Suerte, "J".
martes, noviembre 22, 2005
Doctor Down
Estoy de baja laboral. La primera baja de mi corta carrera. En menos de 3 años, ya con una baja. ¿Es suficiente para crearme mala fama? Me la suda, la verdad.
La verdad es que ha sido un buen susto. Hasta ahora no habia tenido ningún golpe con el coche (solo un susto, cuando una señora decidió salir de la rotonda a través de mí, sin consultar, pero en esa ocasion no hubo colision).
La cosa sucedió de la siguiente manera. Iba en mi coche (un Ibiza nuevecito... :o( ) por la ronda oeste a trabajar. Las 8 menos cuarto de la mañana. Cuando voy llegando al primer semaforo de la rotonda con el Aljub, voy viendo que los semaforos los tengo en verde. Pero como es un cruce puñetero, que los semaforos se cierran de una forma "peculiar", no me gusta pasar rapido. Y cuando estoy casi en el cruce, a unos 30 metros mas o menos, veo un coche blanco que viene por la izquierda, despacito. Eso que piensas "Supongo que parará"... pero levantas el pie del acelerador. El coche sigue avanzando lentamente. Me da más mal rollo, y voy pisando el freno...
Y no paró en el semáforo.
Y se me cruzó por delante.
Apreté los dientes, cogí fuerte el volante y giré rápido a la derecha, para evitarlo. Conforme vi que lo rebasaba, se me pasaron varias cosas por la cabeza:
1-Puedo dar un volantazo a la izquierda, para volver a la trayectoria que llevaba. Pero a esa velocidad lo mismo vuelco... y no me apetece. Además me viene a la cabeza la imagen de mi coche golpear contra el bordillo de la rotonda y dar varias vueltas de la campana... eso tampoco me apetece.
2-Voy direccion de la rotonda, con tierra y sin coches. Eso es bueno.
3-Lo mas importante... LA MADRE QUE TE PARIO (Incluso pensé en pitar en ese momento).
Así que seguí recto, apreté aun más el volante y los dientes.
Golpe contra el bordillo de la rotonda. El coche se encabrita.
Golpe contra la señal de trafico. Aterrizo. Tierra volando alrededor.
Y la veo. Una palmera en medio de mi camino. Ahí se me vienen a la cabeza imagenes de mí mismo entrando en el hospital en camilla, ensangrentado. Y pienso que hasta aquí hemos llegado.
El último pensamiento consciente es "Cierra los ojos por si saltan cristales".
BUM! Un golpe seco.
Abro los ojos, veo borroso. No llevo las gafas y hay humo alrededor, que huele muy mal e irrita la garganta y la nariz. Los airbag han saltado (sin cocaina...). Me miro las manos, me toco la cara, me vuelvo a mirar las manos. Muevo las piernas. Al principio pienso que estoy en shock y aun no me he dado cuenta de lo mal que estoy.
Pero poco a poco me percato de que ESTOY BIEN!!!.
Sangro un poco por la nariz. Veo venir a gente corriendo. Intento salir, pero mi puerta está atrancada. Saco las llaves del contacto. Las personas ya están junto a mi ventanilla. Les oigo como demasiado lejos. Les enseño los pulgares. Intentamos abrir mi puerta entre todos... pero no hay manera. Abren la de detrás de mi lado e intentan abrirla así, o quitar el seguro, o algo... pero no hay manera. Por un momento pienso: "Vaya, ahora me tendrán que sacar los bomberos". Pero miro hacia la derecha y veo la puerta del acompañante. Tate, por ahi. Me quito el cinturon y les digo a los de fuera que voy a salir por el otro lado. Me dicen que me dé prisa. Supongo que el humo les alarma. Antes de salir, intento encontrar mis gafas. Me gritan desde fuera que no me entretenga. Pero encuentro mis gafas... o lo que queda de ellas... mas o menos la mitad.
Salgo, y miro en qué estado ha quedado mi coche, a la vez que les aseguro a la gente que está ayudandome que estoy bien. El morro chafado. El coche encima de la palmera, la he desarraigado por completo. No sé cómo, identifico al otro conductor, al del coche blanco.
Le pego cuatro gritos, dejo salir toda mi furia. Que cómo no me has visto, que mira lo que has hecho, que cómo no paras en el semáforo.
Es un chaval, y está mucho más nervioso que yo. Me dice que si tenía yo verde de verdad. Le grito que por supuesto que lo tenia verde de verdad. Me dice que es que iba con una rueda pinchada... (*#@^****!!!!!) e iba pendiente de llegar a casa, que no ha podido frenar... farfulla dos o tres cosas, y me pregunta si estoy bien. Le digo que sí, y me dice que se va a avisar a su padre y que ahora vuelve. Le digo que sí, que vale, mientras memorizo su matrícula.
Llamo a la Maettra. Estoy más alterado de lo que quiero aparentar. Lo primero que le digo es que estoy bien y que no se preocupe. (Si tu marido te llama a las 8 de la mañana despertándote y eso es lo primero que oyes... haceros una idea). Le cuento lo que ha pasado. Me dice que viene, y le pido que me traiga lentillas (no sé donde dejé mis gafas de repuesto... y para lo que veo con ellas... prefiero las lentillas). Me recomienda que llame a la policía, lo mismo que dos que pararon al verme chocar.
Llamo a la policia, llamo al seguro, llamo al trabajo...
Llega la policia. Me pregunta que qué ha pasado. Les cuento lo que ya sabéis. Me preguntan por el otro implicado. Les digo que se ha ido a buscar a su padre, pero que le he cogido la matrícula por si acaso. Me dicen que como no vuelva se le cae el pelo. Y en eso, aparece con otro chaval, más o menos de su edad. Es su primo.
Nos piden la documentacion.
Al cabo, llegan los de atestados. Cuando entro yo a declarar (entré primero), veo que llega la Maettra. Hago mi declaración, me hacen soplar (0,0%), me dan la copia. El chaval está fuera, lloroso. Ha llegado su padre. La Maettra le deja un recadito, que no debía de haberse ido. El padre refuerza el comentario.
Mientras declara el chaval, yo hablo con la Maettra. Me siento muy aliviado y más tranquilo con ella a mi lado. Son dos años casados... en algo se tenía que notar (TQM, mi fabuloso complemento!!!)
Llega el de la grua del seguro. La imagen desde donde estoy (con las lentillas puestas, ya veo!!) es pintoresca, por llamarla de alguna manera. El lado derecho del coche subido encima de la palmera desarraigada. Mira por un lado, mira por el otro. Uno de los polis de atestados se pone a mirar a nuestro lado. Será la hora tan temprana, pero el tipo no se aclara. Intenta tirar por delante. Pero conforme tracciona, el coche se va escorando peligrosamente. El poli en voz baja, y yo en mi interior coincidimos: "Que lo vuelcas... que lo vuelcas...". Un espontáneo de las casas de al lado se ha unido y está ayudando al de la grua. Decide tirar del lado izquierdo para bajarlo de la palmera. Finalmente lo baja. Pero no se aclara en la manera de subirlo al remolque. Hasta que el poli de atestados le dice que por qué no se mete en la rotonda y lo sube desde detrás.
La respuesta del gruero: "¿Puedo?". El poli: "Pues claro!!" (y en voz mas baja: "En mi vida... en mi vida...")
Finalmente, el gruero se lleva el coche tras darme el recibo y las instrucciones pertinentes. El poli de atestados (un profesional, en serio) me da el informe del otro vehiculo. Hemos oido parte de la declaracion del otro chaval. Iba con una rueda pinchada, no sabe si tenia el semaforo en rojo o en ambar... y dio positivo en el test de alcoholimetría.
El resto del día, pues paso por el hospital para el parte de lesiones y unas placas (rectificacion cervical y lumbar), y paso por el centro de salud, donde tenía guardia. Llegué sobre las 11h. Estuve trabajando hasta las 20:30h. Empecé a notar tensión en la espalda, y aunque no estaba excesivamente molesto, hablé con las compañeras y convinieron en que no me convenía dormir en un camastro. Así que vino la Maettra a por mi, y me fui a casita a dormir.
Estuve el día entero pasando moviola de lo sucedido. La palmerita llevaba cuatro días plantada, y el terreno estaba húmedo. Así que por suerte se desarraigó. Si llega a estar bien cogida... no habría más posts en este blog al menos por bastante tiempo.
Pienso que podría haber sido mucho más grave de lo que de momento ha sido. Que dentro del gran susto y preocupacion que ha sido y continúa siendo, he tenido suerte.
Mientras los daños se puedan solucionar con dinero... y los problemas físicos no sean irreversibles... esto no me supone ningún problema grave. Hoy se lo comentaba a un amigo, preocupado él por lo que podía haberme pasado. No es lo que podía haberme pasado. Es lo que me ha pasado. Lo mejor es mirar hacia delante. Y dejar todo esto atrás cuanto antes.
viernes, noviembre 18, 2005
Diccionario Medico-Paciente Paciente-Medico
Hace tiempo que no posteo nada. Por supuesto, cada dia pasan cosas que contar. Pero vamos mal de tiempo. No recuerdo la ultima vez que me levanté más tarde de las 9 de la mañana.
En fin.
Si os habeis dado cuenta, los medicos utilizamos un idioma especial (en un alarde de originalidad e ingenio, yo le llamo el "medico"). Muchas veces, el paciente enseguida se hace con la jerga y la domina a la perfeccion (incluso a veces demasiado para nuestro gusto... somos así de snobs y elitistas). Otras veces, sabiendo que no es así, andan con cuidado para no meter la pata... aunque la acaben metiendo. Y otras veces, no saben que meten la pata y hablan con una seguridad y aplomo que a la sazón (o a la espalda, o al ajillo...) acaba siendo hilarante (que da mucha risa, que parece que hoy haya desayunado el diccionario de la RAE).
Para muestra un par de botones:
"Es lo que tiene el cuerpo, que es humano" (De ésta aun intentamos acordarnos "la Maettra" y yo de quién nos la contó y en qué contexto, pero es viernes... que quereis)
Y ésta que viene a continuación me la ha contado mi tutor, orgullosísimo de haberla memorizado y haberse acordado después (no sin esfuerzo):
"En la herida de la cabesa se le hiso pus, y los medicos tuvieron que ponerle un engranaje".
Mi tutor envidia sanamente mi memoria para las coñas, las caras y los nombres (aunque se da cuenta de que olvido cosas mas importantes, como que acaban de llamar para avisar de que sube una urgencia, o que le ha llamado la enfermera para que baje a ver un paciente...). Y hoy, al poder acordarse de esta anécdota... le he visto muy feliz y orgulloso. Y aun mas cuando me he roto de risa en la consulta. Qué gran tipo, Dionís.
Y ésta no sé si la conté en el otro post "Anecdotario". Por si acaso, allí va.
Aquí en Elche la gente acostumbra a sesear (aunque somos capaces de pronunciar el sonido "Z", por ejemplo... podemos decir tan tranquilamente "SERVECICA"). Y fruto de esa peculiaridad fonética, vienen ciertos líos. Por ejemplo con la medicina de todos nuestros abuelos... EL SINTROM (Acenocumarol en médico).
Aquí la variedad de pronunciaciones en la población médica es infinita (incluso entre los médicos!!). Así tenemos los que toman (o dan) SINTRON, los que toman CITRÓN... o como los del otro día... resulta que los pacientes que toman Sintrom, se hacen unos controles mensuales, en los que se les entrega una hojita con la cantidad de Sintrom que se tienen que tomar cada día. Cuando son internados en el area de observacion de urgencias, se les pide esa hojita a los consumidores del medicamento.
El otro dia llegó un abuelito que tomaba Sintrom. Les pedí la hoja a los familiares, que me prometieron que irían a casa a por ella y me la traerían.
Horas más tarde, la familiar (hija, creo) del abuelito, me trajo un papel.... "Doctor, aquí tiene, los papeles del CITROEN" (!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!)
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