
Salgo de guardia. No ha ido mal del todo. Unos cuantos hasta las 12, y como hacía el 3º turno, me fui a dormir a esa hora. Me han despertado a las 6, mas o menos... el motivo una mujer mayor que segun la celadora se quejaba mucho (..ay ...ay ...ay). Me ha dado mal rollete... una mujer mayor haciendo ay ay ay... suena a disnea, quejido espiratorio y esas cosas tan chungas que pasan.
Y no me equivocaba. Cardiópata, 80 primaveras. Hale, avisando al enfermero, que le coja una via para meterle diureticos. En eso que mi maravillosa adjunta me hace notar: "Mira, tiene sangre en el esputo". ¿Sangre? Un esputo espumoso asalmonado. Aquí un edema agudo de pulmón y aquí una pánfila. Pues no me dice al rato: "Mira, está mejor, más tranquila". Cojones... y claro que está más tranquila... como que se está desaturando. Espérate un ratico y verás lo tranquila que se queda. Después de cogerle una vía (se las ha visto y deseado el ATS) ya todo se ha acelerado. Llamada al CICU, que manda el SAMU (y aun me sé más siglas, eh?). Al llegar el SAMU, les cuento la película. Decidimos informar a la hija (que no se había despegado de mi chepa desde que habían llegado). El mismo serial de siempre:
-Doctores, díganme la verdad, que es mi madre.
-De acuerdo... su madre se está muriendo, tiene líquido en los pulmones y se ahoga.
-Por favor! Que es mi madre! Díganme la verdad.
(?????????????????)
-Vale, le diremos la verdad... se está muriendo su madre, se ahoga, tiene líquido en los pulmones. (Y así podríamos haber seguido si la pobre mujer hubiese insistido en obtener una nueva verdad... pero ya lo entendió)
Y el SAMU se llevó a la mujer, intubada y todo...
A todo esto, mientras la medico del SAMU estaba que intubo que no intubo, la celadora llega con otra historia. Ha llegado otro paciente. ¿Qué le pasa? Que dice que no para de orinar, que se pasa todo el dia orinando. Vaya por Dios. Solo quedan 15 minutos para el cambio de turno. En fin, vale de acuerdo. Que orine en un bote a ver si tiene infección de orina. Le hacemos la prueba rápida (la tira, el labstix). Sale normal. Vaya. Que pase.
Y comienza el espectáculo.
-¿Qué le pasa?
-Mire usted... yo desde hace tres años (mal empiezas, amigo) que me cogieron los médicos, que yo no quería, y me metieron mano por todo el cuerpo y me lo tocaron todo por dentro (huy... esto empieza a oler raro), y yo creo que algo dejaron mal. ¿Sabe usted?
-Hmmm...
-Y yo creo que me espían, (vale, ya está claro), porque el otro día me levanté y vi en la cama asin estirado, como un muerto, ¿sabe? y era uno de los médicos que me trataron. Porque en verdad, yo sé qué es lo que querían. ¿Se lo digo?
-Hmmm...
-Pues lo que querían era cambiarme de sexo. (Vale, amiguete, hasta aquí hemos llegado)
-Vamos a ver, vamos a ver. ¿Usted sabe que esto es un centro de urgencias? ¿Cuál es su motivo de urgencia para venir?
-Ein? Hable mas alto que no le siento!!! (Y encima es sordo!! Que suerte tienes, tio!! Qué las das??!!).
-(A gritos) Que qué le trae esta mañana a URGENCIAS??!!
-Pues mire, mire, que no paro de orinar! Y es que me levanto, orino, y cuando estoy seco... (en ese momento es cuando adopta la pose del cuadro arriba expuesto, "El grito", de Munch, y grita).... aaaaaaaahhhhh!!! Me da como mucha rabia. Porque los hijosdeputa de mis hijos se han quedado en casa durmiendo y yo aquí sufriendo.
Como caso clínico no está mal, verdad? Diagnóstico y tratamiento? ¿Qué dirían los libros? ¿Y los expertos?
Os contaré qué hice yo. Le conté que lo de orinar mucho, es urgente si es una infección que hay que tratar. Que si no, lo tiene que ver el médico de cabecera, que empieza consulta precisamente dentro de una media hora. Así que si tiene la bondad de esperar fuera hasta que abran el centro, lo atenderán enseguida. Hale hale, sí, sí, lo entiendo, huy sí, que malos sus hijos.
Vamos... lo que se dice pasar el mochuelo... o como decían en aquella novela "La casa de Dios"... acicalar y largar. Bonita papeleta para el medico de cabecera. Pero la mayoría de las veces, estos pacientes son ultraconocidos y esto no es nada nuevo. Así que el señor se sentó en un banco a esperar a su médico de cabecera, que probablemente en estos momentos se acuerde de mi... y no precisamente con cariño.
Epílogo: Cuando me iba en mi coche... veo de nuevo al hombrecillo... hablando con la celadora que entraba de turno y estaba con el cafelito de máquina y el cigarrito previo a comenzar el trabajo. Me digo ¿y éste qué le estará contando a la celadora? Y en esas, que lo vuelve a hacer. La perfecta interpretación de "El grito" de Munch. Ah... ya sé por dónde va. Mentalmente, le deseo ánimo, comprensión y paciencia a la celadora.. no le deseo fuerza que lo mismo le mete una ñespla y lo encaloma. ... ya falta poca historia, tranquila...