No, no es que me esté pensando hacerme coralista, con una en casa ya tengo bastante.
Es la manera que tengo de ver a veces la profesión de médico. Me explico.
Cuando ejerces, múltiples opciones asaltan tu razonamiento. ¿Es este medicamento que me pide la enferma el mejor para su enfermedad, el más barato, el que quiere por manía? Se lo doy porque me lo pide, porque es lo mejor, porque es el más barato, porque el representante me cae mejor?
¿Haces caso a lo que piensa que tiene tu paciente? ¿Lo descartas por venir del paciente? ¿Lo tienes en cuenta?
¿Qué criterio sigues? ¿Haces caso a tu ego?
¿Cubres el fallo de un compañero?
¿Apoyas el diagnóstico inicial de tu compañero?
¿Lo criticas delante del paciente?
¿Actúas de forma permisiva ante la actitud abusiva de un paciente?¿Le dices que sí a todo?
¿Le paras los pies desde el principio pese a resultar poco simpático?
Muchos interrogantes. Pocas respuestas. Sobre todo... depende del día que tengas.
Aprender a ser médico es la búsqueda de tu criterio. Y es ser crítico ante todos los criterios.
Y sobre todo... es muy difícil para alguien con inquietudes morales.
miércoles, abril 26, 2006
domingo, abril 16, 2006
Una legaña
La ambulancia zumba por la carretera de Santa Pola. Yo voy dentro, pendiente de Daniel, un chaval de 4 años que ha llegado ya cuando la guardia tocaba a su fin. Está grave. Muy grave. La infección ha llegado a su sangre, está con mucha fiebre y semiinconsciente. He preferido montarlo en la ambulancia que tenemos en el centro de salud, antes que avisar al SAMU, porque era lo más rápido.
Aunque la respiración es firme, y el pulso también, sé que se puede descompensar en cualquier momento. Y que no tengo más que "estas manitas" y "esta cabecita", más el ambú y poco más para actuar. Así que procuro no pensar en si se descompensa. Miro hacia la carretera, realmente vamos MUY deprisa. Los coches a veces se apartan para dejar pasar, y otras no. Pese a eso, el conductor, adelanta a todos los coches que nos salen al paso. Vale, eso también voy a procurar obviarlo.
Ha llegado a las ocho menos cinco. Menos cinco. Cinco minutos más y se hubiera hecho cargo el relevo. Mi adjunta se ha borrado limpiamente de en medio ("Lo acompañas tú en la ambulancia, ya que lo has empezado tú a ver, ¿verdad?) Y, visto lo visto, comprendo que es lo mejor para Daniel. Al principio no me lo había tomado demasiado en serio. Pero cuando me he sacudido de encima el sueño y la mala leche del turno que he tenido y he comenzado a "ver"... he actuado rápido. Y ahora, mientras voy en la ambulancia dando tumbos, se me come el remordimiento. Quizás esa es la causa de que a diferencia de todas las veces anteriores haya dejado subir en la ambulancia a los padres. Y porque me parece lo más humano.
Y mientras pienso en todo esto, no puedo dejar de fijarme en una legaña que Daniel tiene en su ojo izquierdo. Es lo que más recuerdo del viaje. La legaña de Daniel. Algo tan insignificante en esta situación. Simplemente, mantenerme sereno por si hay que actuar, supongo. Pero es curioso como la atención en este tipo de situaciones se te distrae y concentra tanto en esos detalles tan tontos.
Lucha, Daniel... lucha.
sábado, abril 15, 2006
domingo, abril 09, 2006
¿Que buscas qué? En Urgencias
Tres años haciendo guardias en la puerta de urgencias del Hospital de Elche y casi uno haciendo guardias nocturnas en Santa Pola... dan para muchas cosas. Que nadie se piense que en los centros de salud no se ven cosas graves. Se ven. Y muy graves. Pero también están, como en "Lost"... "Los otros"
Hay gente que va por los motivos más peregrinos que os podáis imaginar a las urgencias de un hospital, o a las urgencias de un centro de salud. A veces, a horas incoherentes. Varios casos como ejemplo:
-Vengo a ver si me pueden dejar unas muletas o una silla de ruedas- Lo dijo una persona que entró por su propio pie, a las 4:00 de la mañana, por la puerta de urgencias. Salió a las 4:01 minutos, dejando detrás un residente dudando entre reirse o llorar.
-Que mi hijo lleva todo el día vomitando- Tras oirlo, el médico, miró su reloj... eran las 8:15 de la mañana.
-Que estaba mirando la tele y me ha dado frío- En efecto, amigo, la tele hoy en día da miedo. Al contárselo a la Maettra, me dijo que a ella le había pasado lo mismo y que se había tapado con una manta... ¿automedicación?
-Que creo que me ha dado un mal aire, me he levantado y he notado como si la boca se me doblase pa un lao. ¿Cree que será un mal aire, doctor? Es que tenía la ventana abierta. Va a ser un mal aire. ¿Puede ser un mal aire, doctor?- Por lo visto, entre los gitanos un "mal aire" es un paralís. Tranquilicé al paciente explicándole que no era un mal aire.
-Que se ha quedado dormida en el autobús, y si no llego a despertarla ni se despierta ni ná, creo que le tienen que hacer un escáner o una resonansia o algo- Con esta paciente usé un recurso aprendido de un gran médico. Le pedí una analítica, ya que la mujer tenía la tensión alta, y diabetes. Cuando llegaron los resultados, normales, por supuesto, comencé con la siguiente coletilla: "Por suerte, y gracias a Dios, no hemos descubierto nada malo, se pueden ir por esta vez tranquilamente a casa". El resultado es extraordinario... probadlo, probadlo...
Y una de las mejores:
-Que tengo un pitido en el oido derecho, y es tan fuerte que hasta mi mujer lo oye y no podemos dormir- Mi somnoliento colega, concienzudo como pocos, pese a lo absurdo de la situación, decide explorar ambos oidos al paciente. Mientras observa un gran tapón de cera en el oido izquierdo del paciente (siempre se comienza por el oido "bueno"), ante su sorpresa, comienza a oir un pitido muy tenuemente. Estupefacto, prosigue la exploración mirando el otro oido, con gran curiosidad. Y no ve nada anómalo. Pero sigue oyendo el pitido. Lo localiza a la altura del brazo izquierdo del paciente. Le sube la manga de la bata y el pijama al paciente y descubre un reloj digital en plena alarma. El pobre hombre lo localizaba en el oido derecho por el gran tapón de cera que tenía en el izquierdo.
Santa Pola, 15 de Agosto de 2005, 3:30 horas de la madrugada:
-Que me han picado unos mosquitos- dice, enseñándome tres picaduras en las piernas.
-¿Y?
-Que me pica.
-¿Y?
-Que no puedo dormir.
-¿Y?
-Que vengo a que me dé algo para el picor.
-Bueno, para eso están también las farmacias.
-Si, pero ustedes siempre dicen que los medicamentos los deben de prescribir los médicos, además, para eso pago la seguridad social.
-... (unodostrescuatrocincoseis yo me calmaré todos lo veréis) Tenga dos pastillitas de estas, tómeselas juntas que le quitarán el picor y además le darán sueño. Buenas noches.
-Gracias. (en ese tono)
-De nada. (en ese tono, tambien).
Y el recurso de otro colega a una de las más odiadas coletillas de nuestra labor, que es cuando discutiendo llegan a decirte aquello de:
-Oiga, que yo le pago a usted, ¿eh?
-¡Hombre! ¡Así que es usted! Pues siéntese, siéntese, qué ganas tenía de conocerle. Siéntese que tenemos que discutir unas cosas de mi salario, con el que no estoy nada de acuerdo.
Ju ju ju...
¿Estamos locos o no?
miércoles, abril 05, 2006
Vademecum medico-paciente
Se me ha ocurrido la brillante idea de hacer un post sobre los medicamentos... (un besito, Ruth, buena idea). Ruth comenzaba con un clásico:
- Gelocatil: "Colocatil". Variantes: "Locatí".
Siguiendo con los analgésicos, tenemos:
- Nolotil: "Dolotil". Y la variante mixta:
- Gelocatil+Nolotil= "Dolocatil"
- Un paciente argentino me comentaba que lo único que tomaba cuando lo asaltaba el dolor de su rodilla era "As". "As" parriba, "As" pabajo... hasta que tuve un póker de ases y no sabía de qué me hablaba. Le transmití mi duda y sacó la etiqueta del medicamento en cuestión: "AAS", las siglas de Ácido Acetil Salicílico, para los familiares, ASPIRINA.
- Mis pacientes también son muy aficionados al Voltaren, tanto en "positorios" , como en Gel, para hacerse "flotaciones".
- Adalat Oros: "Lalalá... de ORO" (haciendo especial hincapié en que sea DE ORO).
- Adiro: "Arido" o "Adiró".
- Emconcor: "Concord"
- Apocard: "Acuapark" (con ésta me tuve que morder la lengua para no soltar la risotada).
- Sintrom: un clásico... "Citrón", "Citroen", "Sitrón".
- O... "esas que me tomo que me hacen orinar, doctor" "¿Que le hacen orinar mucho, blancas y pequeñas, Seguril?" "Seguril seguril al sien por sien no te puedo decir que sean para de orinar, nene, pero sí que son blancas y pequeñas" (Esta no es mía)
- Si con los medicamentos no tienes suficiente, que te hagan un "By-pass", o mejor, un "pay-pay", que es más refrescante.
- Dianben: "Diambién"
- Roname: "Romané"
- Avandia: "Amanda" (mucho Melrose Place se ha visto, señora).
- Edito: Diamicrón: DIMARICÓN
- Tiras reactivas: "Tiras radiactivas".
- Tiras reactivas "One Touch": "Las tiras esas que son uno-dos... GUAN-TÚ" (Ésta es de hoy mismo).
Y ojo!!! Que te den medicamentos de MARCA, nada de los fármacos GENÉTICOS esos...
Y luego está esa pastilla que se toma para la tensión... sí, hombre... esa que es blanquica y pequeñica, que la caja es blanca con las letras verdes y con una línea roja... ¿No sabéis de cual os hablo? ;)
En esas ocasiones a menudo, respondo con lo siguiente: "Si yo le digo que mi coche es blanco, con cuatro ruedas y que tiene un volante... ¿me sabría decir qué marca es?".
lunes, abril 03, 2006
Nombres
Una de las cosas de trabajar en urgencias, es la cantidad de nombres curiosos que ves con el paso de las guardias. Aquí una recopilación-homenaje:
BRIAN: No es tanto por el nombre en sí, sino por la cantidad de variantes, de escritura "fonética". Veamos:
Subamos un paso en el frikismo, y mostremos una de mis joyas en cuanto a los nombres de pacientes:
Anakin Adrian!!! (Inciso: Anakin es el nombre verdadero de Darth Vader, y es el protagonista de los episodios I, II y III de la saga de Star Wars). A mí me gusta muchísimo Star Wars. Pero... ¡Jamás le pondría Anakin a un hijo mio! (En todo caso, Han, o Chewbacca, o Bobba Fett).
Este no estaba mal, verdad? Pues no es el mejor. La joya de la corona de los nombres de pacientes es:
ILOVENY (Pronunciado Ilovení). Era el nombre de la hija de una gitana. Le puso el nombre porque lo vio en una camiseta y se dijo: "Ilovení, que bonito nombre para mi hija". ¿Seguís sin entender el por qué de este nombre? Pensemos: ILOVENY en una camiseta. ¿Aun no? Quizás lo veais más claro así:
BRIAN: No es tanto por el nombre en sí, sino por la cantidad de variantes, de escritura "fonética". Veamos:
- Brayan
- Brahian
- Brallan
- Brahaian
Subamos un paso en el frikismo, y mostremos una de mis joyas en cuanto a los nombres de pacientes:
Anakin Adrian!!! (Inciso: Anakin es el nombre verdadero de Darth Vader, y es el protagonista de los episodios I, II y III de la saga de Star Wars). A mí me gusta muchísimo Star Wars. Pero... ¡Jamás le pondría Anakin a un hijo mio! (En todo caso, Han, o Chewbacca, o Bobba Fett).
Este no estaba mal, verdad? Pues no es el mejor. La joya de la corona de los nombres de pacientes es:
ILOVENY (Pronunciado Ilovení). Era el nombre de la hija de una gitana. Le puso el nombre porque lo vio en una camiseta y se dijo: "Ilovení, que bonito nombre para mi hija". ¿Seguís sin entender el por qué de este nombre? Pensemos: ILOVENY en una camiseta. ¿Aun no? Quizás lo veais más claro así:
I LOVE NY
Continuará...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)