miércoles, octubre 25, 2006
Más frases célebres
La frase del día:
"Del dolor en el cuello, me se pone la mano sonámbula"
(¿Será esa la excusa que le pondrá a la mujer cuando le meta mano por la noche a la criada?)
lunes, octubre 23, 2006
Sobre el alambre
Aun no os he contado cómo es esto de trabajar como médico en un club de fútbol. Desde luego, sigue siendo medicina, pero una medicina diferente. Mi compañero, PJ, dice que es como caminar sobre el alambre. Y, pasados unos meses, he de darle toda la razón.
En un principio, entrar en un vestuario es decepcionante. Quizás se tiene idealizados a unos jugadores, que luego son personas de lo más corriente. Tienes ideas formadas de cómo será éste o aquél, y luego el tiempo de da o te quita la razón sobre tus ideas preconcebidas. Unas veces te confirman lo que te temías de determinados personajes, y otras veces te sorprendes agradablemente. Pero si tu trabajo es de médico debes de estar por encima de esas cosas. Tienes que tener claro tu puesto dentro del vestuario. En mi caso, es sencillo, puesto que siempre que he llegado a un trabajo nuevo, he tenido la misma actitud: "No he venido a hacer amigos, sino a trabajar, y si trabajando hago algún amigo, bienvenido sea".
Cercanía, sin pamplinas; seriedad sin amargura; predisposición sin servilismo.
Una vez cogido tu lugar en el vestuario (cosa que además hay que mantener día a día), te vas implicando en la dinámica del grupo. Te identificas con el equipo, llegas a ser parte de él, una parte especial y diferente, pero parte del equipo al fin y al cabo. Ir en el mismo barco, remar en la misma dirección. Compartir las alegrías y las penas. Dar apoyo a todo el mundo.
En lo esencialmente médico, es una medicina diferente, especial. Son unos pacientes muy especiales. El mundo del fútbol es un mundo de clichés. De costumbres adquiridas y casi inamovibles. De ideas muchas veces fijas. Nuestra labor, a la hora de modernizar la medicina del fútbol, es ir haciendo cambiar esas ideas. Ir haciendo ver que lo diferente no siempre es malo, y que lo de siempre no siempre es bueno. y ahí tienes que lidiar con jugadores, entrenador, preparador físico... utilleros...
Por otro lado, hay muchas cosas en juego. Muchas interferencias entre médico y paciente. Demasiadas presiones sobre el jugador, sobre el entrenador, sobre el médico. Debemos de jugar con los plazos de recuperación. ¿Cuándo es el momento de forzar? ¿Debe jugar este jugador, puede entrenar a tope?
En una persona normal, si te retrasas una semana no pasa gran cosa. En un equipo de fútbol una semana es un mundo. Si te precipitas, malo. Si te retrasas, malo. Y si encima las cosas no van bien al equipo... todo es peor. Debes de jugar con eso: con recuperar pronto, con recuperar bien del todo, con recuperar con ciertas garantías, con ir parcheando para que pueda jugar...
Lo que se dice ir sobre el alambre.
lunes, octubre 09, 2006
Remedio para el hipo... diferente
He recibido por email una noticia medica curiosa. Dado que mi remedio para el hipo no siempre es efectivo (y además he aprendido que en adultos solo se puede hacer una vez, luego no funciona), os lo pongo. Seguro que algunos lo encontráis más... aplicable... que otros.
Retazo literario
Estaba en una popular tienda de libros de Elche, esperando para pagar el regalo de santo de mi madre... cuando oí a alguien declamar (no decir ni gritar... DECLAMAR):
"La verdad... es que no sé que hacer con Matilde Asensi"
Esto ya en sí, es un señor retazo de tomo y lomo. Tanto por la frase en sí, como la manera en que se declamó, como por el lugar en que se hizo. Pero es que siguió:
"Si quieres una buena novela de Matilde Asensi, lee "Iacobus"... porque luego se le fue un poco la olla con los dos últimos"
Ya comenzaba a pensar que:
a)Era la voz de mi conciencia, pese a que no iba a comprar ninguno de esa escritora.
b)Era un desequilibrado que hablaba solo.
Pero la mujer que tenía al lado, se giró y le respondió no se qué.
¿Quizás fingía que no lo conocía, hasta que no pudo fingirlo por más tiempo?
Un buen retazo, sí señor.
Aquellos caramelos
Cuando era pequeño e iba al colegio, había una costumbre que ahora, al cumplir años de nuevo, he recordado. Cuando un niño de clase cumplía años, traía una bolsa con caramelos (caramelos normales, piruletas, chupachups,...) y los repartía al resto de los niños de la clase. Luego, la clase le cantaba "Cumpleaños Feliz"... y siempre había algún niño repelente que se la sabía en inglés.
El 7 de Octubre, un niño repelente cumplió 30 años, sin trauma de ningún tipo. Espero seguir cumpliendo muchos más y seguir siendo tan repelente. :P
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