La vida cambia, o nos cambia la vida y todo el rollo ese del río que no es el mismo río...
Soy el mismo, pero ya no soy el mismo. Han pasado casi nueve meses desde el último post. Y han pasado muchas cosas en esos nueve meses.
El fútbol se cansó de mí, yo me cansé del fútbol. Volví a los brazos de la madre medicina de familia, volví a sentirme médico de nuevo. Me reenamoré de la medicina de familia.
Conseguí trabajo estable en un centro de salud público de gestión privada, donde sigo.
Volví a tropezar con la misma piedra del fútbol y ya vuelvo a estar liado: trabajo, trabajo y más trabajo. El río sigue fluyendo.
Y, claro, está Guille. Ahora mismo es la piedra de toque de todo. Todo gira en torno a él y su madre. Es el eje de nuestras vidas. Los que tengáis hijos lo entenderéis perfectamente. Los que no, lo entenderéis, pero no en toda su dimensión.
Cómo te cambia, tener un hijo. Cómo cambia la vida.
Por ejemplo: lo dejas en la guardería, sabes que va a llorar, que es normal, que no pasa nada... pero te vas con una angustia encima... y con sus ojitos llenos de preguntas y de incertidumbre clavados en el alma.
En fin... no sé a dónde va este blog... pero vuelve a ir.
martes, septiembre 14, 2010
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1 comentario:
Doc,al final la vida se reduce a eso,trabajo,trabajo y más trabajo,y es por eso por lo que,en lso momentos de ocio,tenemos que aprovechar la vida al máximo y disfrutar de la familia y de los amigos,y en definitiva,de la libertad.
Un saludo a la familia ;)
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