El domingo de las aleluyas, para los que sois de fuera de Elche o no conocéis sus tradiciones, es el último domingo de semana santa. Se llama así por las estampitas de varios colores de temas religiosos que se lanzan por los balcones al paso de la Virgen de la Asunción sacada en procesión por sus fieles.
El año pasado, estaba yo de guardia en el Hospital ese día, el domingo de las aleluyas. Estaba siendo una guardia bastante buena. Para esas fechas ya me había ganado cierta fama de bromista entre los compañeros. Y también había ganado una cómplice, una auxiliar de clínica llamada Estrella, que me hacía de gancho en alguna broma. Días atrás me había comentado que preparaba una buena para el domingo de las aleluyas, que contaba conmigo.
A las 4:30 de la madrugada era el cambio de turno. Dejamos todo preparado. Cuando bajaron mis somnolientas compañeras, les contamos lo que dejábamos para que ellas solucionasen, o para que estuvieran al tanto del resultado de tal o cual análisis... lo habitual. Pero dejamos para el final un caso más complicado. Acababan de traer a una mujer, al parecer paciente de psiquiatría, que habían encontrado vagando desorientada por las calles. Estaba un poco agitada y estábamos esperando a la familia, que había denunciado su desaparición el jueves (santo) por la noche, en la procesión. La mujer no dejaba de preguntar que qué día era, y al parecer creía a pies juntillas que era jueves santo. Todo esto se lo iba contando muy serio mientras íbamos hacia la sala de Psiqui (una sala que hay preparada para si hace falta contener con correas a los pacientes psiquiátricos). A la puerta, dos celadores grandotes y los dos guardas de seguridad de turno.
Las compañeras se miraron angustiadas, me miraron angustiadas y me pidieron que me quedara hasta que entrasen. Yo les contesté que por supuesto, que las acompañaba hasta que hiciese falta, que faltaría más.
Cuando entraron, se encontraron la habitación en oscuras, unicamente iluminada por el cirio que portaba una mujer vestida de negro, con teja, mantilla y gafas de sol. Las piernas cruzadas dejaban ver un liguero. Y entonces la mujer comenzó a cantar "Una saeta al cantaaaaaaaaaaaaaaaar... al cristo deeeeee los gitaaaaaaaaanoooooooooooos", mientras aleluyas caían sobre mis estupefactas/aterrorizadas compañeras, lanzadas por dos auxiliares más que había dentro de la habitación.
Desde entonces, estas compañeras no me creen nada raro que les cuente en una guardia...
Foto conmemorativa del evento:
De izquierda a derecha: Estrella (como la Loca de las Aleluyas), Lola (as herself), Herrdoktor (as a Doctor).
miércoles, junio 07, 2006
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9 comentarios:
Estrella disfrazada, tú llevando las "víctimas" hacia la trampa, los auxiliares lanzando aleluyas...
A vuestro lado, los de las galas de "Inocente, inocente" son unos aficionaos xD
¿Alguien te toma en serio en el hospital? Qué broma más buena y qué pedazo de infraestructura. Supongo que es una buena forma de combatir el estrés. Y una pregunta, ¿ningún paciente os ha recriminado nunca el sentido del humor?
Procuro hacerlo cuando no hay nadie esperando resultados de pruebas o esperando a ser visto. De todas formas, no, nadie nos ha recriminado nunca nada.
Combatir el estrés? Más bien combatir el aburrimiento a altas horas de la madrugada... y también es una forma de integrar a los nuevos residentes y de que pierdan un poco el miedo.
Lo bueno es que se lo montan tan bien que les da tiempo para curar a la gente tambien...
Bueno... realmente curar... no curamos mucho.
Curar casi nunca, aliviar a menudo, consolar siempre. Es una frase que me encanta sobre mi profesión. ENTENDAMOS LO DE CONSOLAR EN SU CONTEXTO, POR FAVOR!!!
:-P
jajajaja buenisiiimo, pero buenisimo todo, la historia, los complices y sobre todo estrella vestida como la loca de las aleluyas!!
ya me gustaria a mi divertirme tanto en el trabajo :p
Un besazo
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He llorado de la risa al recordar aquella hazaña, ¡qué bonito es venir a trabajar!. Espero no perder nunca el sentido del humor y pasar olímpicamente del sentido del ridículo. Muy bueno como cuentas la historia. Estrella.
Si por un casual visitas quienmeriegaelperejil, esa soy yo. Estrella.
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