miércoles, junio 21, 2006

El año que aprendí a ser médico


Parece mentira, pero ya ha pasado un año desde que empecé en el centro de salud. El tiempo vuela cuando lo pasas bien, resumiendo de forma simplista.
Llegué siendo el amo del cotarro de las urgencias, acostumbrado a explorar, examinar, diagnosticar y tratar a mi aire, sin depender practicamente de nadie. Y me encontré con cerca de dos meses en los que miraba, exploraba y escuchaba. No hacía un papel, no recetaba, no tomaba la iniciativa. Pensaréis que me resultaría frustrante, pero no. Ya llegué con la idea de ser una esponja, de aprender todo lo que pudiese en este año. Con la idea de que todo llega en su debido momento. Con una confianza ciega en mi tutor, mi maestro, mi amigo Donadoni. Y esa confianza ha dado su fruto, ha demostrado dia a dia valer la pena, hasta el final.
Ha sido un año de ratificarme en que no hay enfermedades, sino enfermos. En que el enfermar está influido por muchas circunstancias. En que uno enferma no sólo del cuerpo, sino del alma. En que para curar no siempre hacen falta medicamentos. En que escuchar atentamente o una palabra o un gesto de apoyo alivian mucho más que cien inyecciones.
Ha sido un año en el que he aprendido a dedicar un par de minutos más en dar la posibilidad a un paciente a contar algo que no se atreve, o algo que no sabe que influye.
Ha sido un año en el que me he atrevido a preguntar eso que sabes que irá seguido de una larga conversación, pese a tener media hora de retraso y tener la sala de espera abarrotada.
Ha sido un año en el que he aprendido a mantener el tipo ante gente que pensaba que no lo merecía.
Ha sido un año en el que he aprendido a tener más paciencia, a respirar hondo, templarme y hacer las cosas como se tienen que hacer.
Ha sido un año en el que he apenas vislumbrado el pedazo de médico que es Donadoni. Y le he contagiado mi memoria para las palabras o frases chocantes que nos han regalado los pacientes.
Ha sido un año en el que he ido TODOS LOS DIAS animado a trabajar, con ganas, y alegre.

Ha sido el año en el que finalmente me he sentido médico, pues he aprendido a serlo.

5 comentarios:

JB dijo...

Leer cosas así animan a seguir con la carrera (aunque en realidad no me he arrepentido en ningún momento).
Y más en esta época, precisamente.

Anónimo dijo...

Prometo no volver a quejarme cuando mi médico vaya con retraso. Pensaré que está escuchando a alquien y que yo también necesito que me escuchen. No hay nada como comprender para entender.

Anónimo dijo...

Después de año viviendo las historias que he leído aquí y habiéndote auto-psicoanalizado contándolo en el blog... si... ya eres médico, Herr. ;)

Un abrazoooo.

(Ahora firmo con otro nombre por el cambio de blog, pero soy el JC de siempre).

yosola dijo...

Da gusto leerte, me alegro mucho por ti, y estoy con ruth completamente.. siempre nos kejamos pero no pensamos en lo agobiado ke debe estar el medico...

Gato dijo...

Killo, ya está en marcha el dominio nuevo.

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