viernes, febrero 29, 2008
Tío, no te acierto una!
Médico (M): Buenas, Fulanito, ¿qué le ha pasado?
Paciente (P): Hola, tío, pues mira, que me dió un pinchazo el domingo al bajar de la grúa, tío, y no se me pasa. Me ha salido un morado, tío, y he decidido venir a ver qué tengo.
(M):El domingo... ya... ¿y tiene mucho dolor?
(P): No, tío, yo aguanto muy bien el dolor. Lo que pasa es que no se me va, tío, y me ha salido un morado por la pierna.
(M): ¿Y por qué no ha ido a la mutua?
(P): Mira, tío, si tuviese que ir a la mutua por cada golpe o cada pinchazo que me doy...
(M): En fin... (suspiro) ...túmbese en la camilla boca abajo.
(P): No tío, yo ahí no me tumbo si no me cambias la sábana, tío. Mira, está arrugada y ahí está sucia, tío. Que yo no me tumbo en cualquier parte.
(M): (suspiro)... ...de acuerdo. Cambiemos la sábana al señor, Loli, por favor.
(P): Claro, tío, es que hay que hacer las cosas bien.
(M): Hale, venga, túmbate... tío. ¿Dónde te duele?
(P): No, si dolerme apenas me duele, tío. Es que me ha salido un morado y me dio un pinchazo y ahora también me duele la espalda.
(M): Vale, ¿pero dónde te dio el pinchazo el domingo?
(P): Yo que sé, tío, yo no soy médico.
(M): Ya, pero aunque no seas médico, sabrás señalarte dónde te dio el pinchazo, ¿no... tío?
(P): Lo de tío que lo dices, ¿por mí?.
(M): Pues sí, ja ja, es que lo dices cada cuatro palabras... (glups)
(P): Ya, tío, es que yo soy así, ¿sabes?
(M): Venga, señálate dónde te dio el pinchazo.
(P): Ahí, me dio ahí.
(M): ¿Aquí?
(P): ¡Ay! Sí, ahí, ahí, tío, ahí.
(M): Ya me imaginaba. Bueno, pues tienes una roturita del músculo, por eso te ha salido el hematoma. Te vamos a poner un vendaje...
(P): No, tío, un vendaje no me pongas que luego no me puedo duchar y yo me ducho dos o tres veces al día. Mejor dame una muslera o algo así que me pueda quitar y poner.
(M): Aquí es que musleras no tenemos. Para eso, tienes que ir a la mutua...
(P): No, tío, a la mutua yo no voy, que no necesito baja ni nada de eso... si tuviese que ir a la mutua cada vez que me doy un golpe...
(M): Pues entonces vas a la farmacia mañana cuando abran y te la compras.
(P): ¿Pagandola yo? No tío, si es trabajando yo no pago nada.
(M): Pues por eso mismo te digo que tienes que ir a la mutua, porque te hacen un papel y no pagas nada de medicamentos, ni...
(P): ¿Medicamentos? No tío, yo no me tomo medicamentos. Que el dolor lo soporto perfectamente.
(M): ¡¡Joooder macho!! ¡No te acierto ni una!
(P): ¿Cómo?
(M): Que sí, que a todo me dices que no. No quieres que te vende, pero quieres muslera, pero no la quieres pagar, pero no quieres ir a la mutua, pero no quieres medicamentos... ¿qué hago contigo?
(P): Hombre, tío, no te pongas así. A ver... los medicamentos son para curarme o para el dolor.
(M): Para curarte.
(P): Venga, entonces sí. Y la venda... ¿me la puedo quitar mañana para ducharme?
(M): Sí, pero con la venda o con muslera te curarás antes. Mira, ve a la mutua mañana, que te hagan la receta para la muslera y los medicamentos... que si no quieres tú no te obligan a estar de baja.
(P): Bueno, ya decidiré yo si voy o no voy a la mutua.
(M): Vale, como quieras. Toma, este es el informe de alta. Aquí tienes los medicamentos: te tomas el "Placebín" una cada 8 horas, detrás de las comidas, te pones hielo...
(P): No, tío, no me digas nada que no veo un pijo sin las gafas.
(M): Bueno, por eso te lo explico en voz alta también.
(P): Ya, pero es que luego no me acordaré.
(M): ¡Pues por eso te lo doy por escrito!
(P): ¡Pero si te he dicho que no me veo bien sin las gafas!
(M): Pues en llegar a casa te las pones y lo lees... a mí que me cuentas!!?? ¡Hale, adiós!
(P): ¡Venga, hasta luego, tío!
martes, febrero 26, 2008
Vayase, señor Godwyn
Ley de Godwin: A medida que una discusión en Internet se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno.
Esta ley se ha transformado en muchos foros y grupos de noticias, de forma que si alguien hace referencia a Hitler o a los nazis debatiendo algo que no sea la segunda guerra mundial o el holocausto, automaticamente pierde la discusion y se cierra el tema. Quizás M.A.R. no conozca esta ley, o quizás sí. El caso es que el otro día llamó "Nazi" repetidamente al Dr. Montes (a quien podéis ver a la derecha, arriba) en el programa de TVE "59 segundos", como comentaron en "Se lo que hicisteis" hace unos días:
A mí me resulta repulsivo que un energúmeno de semejante catadura como M.A.R. tilde de nazi una práctica como la sedación a un paciente terminal. Es un terreno muy espinoso y del que generalmente los médicos no solemos hablar públicamente. Pero considero que evitar un sufrimiento innecesario es buena praxis. Es incluso algo piadoso. Aún me mojaré más, si esa actuación puede acortar el sufrimiento de un paciente terminal, la aplaudo. Pero ojo, que esta decisión debe de partir del mismo paciente, o bien si el mismo paciente no puede tomarla bien por estar en coma bien por estar inconsciente, la decisión es de la familia. Nunca debe partir de motu propio del médico. Y siempre que esté claro que el estado es irreversiblemente terminal. Son decisiones duras a tomar o aceptar, sobre todo por parte del que se queda. Pero pensándolo friamente, la considero la mejor opción. Y puestos a pedir, en casa y rodeado el paciente de los seres queridos.
El Dr. Montes fue la cabeza de turco de una caza de brujas burdamente silenciada y escondida ahora por el PP bajo la alfombra (como ha hecho en plena campaña con Acebes y Zaplana, me apuntó la Maettra). Y ahora que la sentencia no ha sido favorable, no se habla del tema.
Excepto M.A.R., claro. Se ve que los negocios no le van bien y se dedica a estas cosas por la televisión. Como una postura moderada no vende, pues toma demagogia y radicalismo. Creo que los productores de "59 segundos" no se esperaban algo así, y me encantaría que no volvieran jamás a contar con él para este programa.
Por su parte, el Dr. Montes también ha movido ficha. Ojalá le saque hasta la cera de los oídos.
Un mal partido lo tiene cualquiera
Que poquito nos vas a durar... ¡Crack!
Espero que donde vayas sean conscientes de la gran persona que tendrán cerca.
martes, febrero 19, 2008
Cosas que no hay que hacer ni decir a las 4:40h
La gordacabrona estaba acompañando a su marido, ingresado en un hospital privado. Llevaba varios días con un dolorcillo en la zona de los riñones, que reconocía como el de sus piedras en el riñon. Lo llevaba controlado con su Dolotil y su bolsita de agua caliente. Pero, claro, no había llevado ni el Dolotil ni la bolsita de agua caliente al hospital. Así que decidió bajar a urgencias a que la viese el médico de guardia.
4:40h a.m. (las 4 de la madrugada, vamos). Box 1 de urgencias.
Entra el médico, con los ojos pegados aún.
Gordacabrona (GC): "Espero no haberle despertado"
Médicoputeado (MP): "Pues sí, me ha despertado, es una mala costumbre que tengo, dormir por la noche". (Cagontusmuelas)
GC: "Bueno, el caso es que llevo unos dias con un dolor en los riñones que me corre hacia la ingle. Y me iba tomando el Dolotil, y con la bolsa de agua caliente lo controlaba. Pero como mi marido está ingresado, pues se me ha acabado el Dolotil. Y he bajado a ver si me pueden dar algo para el dolor".
MP: "..." "Vale, ahora viene el enfermero a pincharle... alergica a algun medicamento"
GC: "No, que yo recuerde"
MP: "Perfecto... Fulanito, pinchale dos drogales"
Fulanito entra en escena y le pincha los dos drogales de rigor, mientras MP redacta el informe de alta.
MP: "Bueno, va a tomar este medicamento para desinflamar la vía urinaria y este otro por si le duele más".
GC: "Ains, gracias, doctor. Es que no podía dormir, porque la cama es muy incómoda y he pensado: voy a bajar ahora, que seguro que no hay nadie, ja ja."
MP: "Si, ya ve, acertó. No había nadie. Ni el médico" (tusmuertos).
Consejo: No hagáis esto nunca a un médico a estas horas.
24
07:15h. Suena el despertador. Estoy en Ferrol concentrado con el equipo. Nos damos un "sarpaso" de agua y bajamos a desayunar.
08:00h. Salimos en el bus camino de A Coruña.
08:40h. Problemas a la hora de facturar en el aeropuerto de A Coruña. Cambian el vuelo de Madrid a Alicante. Yo no tengo problemas con eso. En Madrid tengo que acudir a una clínica privada a acompañar a un jugador a que le vea un pope de la traumatología, y tengo el vuelo de vuelta a las 13:50.
09:40h. Ya en el avion, nos informan de que el vuelo tiene 30 minutos de retraso, saldremos sobre las 10:15h. Hago cálculos... llego muy justito a la clínica, sobre todo teniendo el vuelo a la hora que lo tengo.
10:25h. El avión despega.
11:30h. Corro por la terminal 4 para salir a buscar un Taxi.
11:40h. Llego a la cola de la parada de taxi.
12:00h. Llego a la clinica en cuestión.
12:05h. Nos atienden enseguida, gracias a una llamada de mi jefe (y amigo). El "pope" en cuestión nos demuestra que cuanto más arriba, más humildes suelen ser.
12:30h. El hermano del jugador nos acerca a Barajas en su Mercedes 350CV (y le pisa que da gusto, oiga).
12:50h. Estamos tomando una cocacola y un pincho de tortilla en la T4, cuando veo a la expedición franjiverde pululando por los alrededores. Les han cambiado el vuelo. En principio salían a las 11:50h, y ahora saldrán en el mismo vuelo que nosotros.
13:50h. El avión rumbo a Alicante despega.
14:50h. Recogemos los bultos. Todos menos uno. Reclamación al canto.
15:15h. El bus sale camino del hotel donde hemos dejado los coches.
15:45h. El "tordo" me deja en casa. Preparo una comida rápida (macarrones con aceite de oliva y parmesano rallado), y me ducho.
16:40h. Salgo camino del Perputeo Socorro.
17:15h. Llego a la guardia.
07:15h. Han pasado 24 horas desde que me desperté en el Ferrol. A la guardia han venido 61 personas desde que llegué, de las cuales yo he atendido a 27. El resto, entre mi compañero de refuerzo, el pediatra y el ginecólogo de guardia. Eso sin contar las veces que me han llamado de planta. En una hora y media habré salido hacia Almoradí donde me espera consulta hasta las 14h. Y esta tarde, consulta de futbol base en el estadio. La lucha continúa.
P.S. Las 24 horas, y las 48 anteriores: echando de menos a la Maettra, sufridora en casa.
miércoles, febrero 13, 2008
Urgencias, desde el otro lado
Situémonos: un día entre semana, me llama a eso de las 21:30, para decirme que se había cortado en la mano cortando jamón. Que qué hacía. Le recomendé acudir a urgencias del hospital, y aunque era un poco remiso, le hice ver que era la mejor opción.
Así que "La Cobra" decidió acudir al hospital... después de cenar tranquilamente. Llegó, dio sus datos y se dispuso a esperar. Se entretuvo observando a sus compañeros de sala. Curiosamente, conocía a un par de ellos. Uno que juega un partidillo de fútbol semanal con él (ni federado, ni de competición, el típico de amigos y conocidos... solteros contra casados, vaya), y que en ese partidillo se había golpeado contra otro jugador y tenía el dedo como una morcilla.
También había un señor que había traído a su padre para nosequé, acompañado por su cuñada, que en un momento dado se comenzó a marear hasta el punto de desmayarse. Enseguida, el revuelo de celadores y auxiliares que vinieron a recoger al desmayado y lo entraron para una rápida valoración. Y el papelón para la cuñada, porque al momento llegaron la mujer y la madre del desmayado... menos mal que había una conocida (La "comisionada", según la bautizó "La Cobra) que les organizó la vida: (Nena, tú entra que tu marido se ha desmayado. Mari, tú hombre está en un box que lo están auscultando ahora).
Y un señor de entre 40 y 50 años, que se había torcido el tobillo, que se llevaba de calle a celadoras, enfermeras y auxiliares con su simpatía y su retranca.
Llegó el momento en que hicieron pasar a "La Cobra". Le ven el corte, y al final deciden que hay que coser. Mientras lo preparan, la residente decide si le pone anestesia o no, deciden si hay que poner antitetánica o no... van pasando algunos de los compañeros de sala de espera.
El primero, el "compañero de equipo", que cuando le preguntan cómo se lo había hecho dice que se cayó paseando al perro, porque echó a correr y se tropezó. "La Cobra" flipaba... el día que me lo contó me dijo que no entendía por qué mentía como un bellaco. Mientras tanto, la residente comenzaba a coser.
El segundo, el de la torcedura de tobillo, al que habían hecho ya las radiografías y resultaba que le tenían que operar. El hombre se lamentaba: "Cheeee, si yo en la vida me he roto nada... y mira que me he pegado trastasos... ¿y no me pueden poner una escayola y que me cure así?". El caso es que el hombre se resigna y decide pasar al ataque, echando los trastos a médica, enfermera, auxiliar... invitándolas a un arroz con conejo y serranas. "Que no invito a cualquiera, eh? Que tengo gente detrás pidiéndome AÑOS que les invite..."
Mientras tanto, la residente acababa su sutura...
Total, que "La Cobra" descubrió que a veces las urgencias son divertidas, que hay gente muy curiosa por ahí... y que a menudo mienten como bellacos... si al final House acertará y todo.