miércoles, mayo 31, 2006

Prurito


Eso es lo que tenía la mujer... pero no lo sabía. Ella sólo se notaba unos picores en sus partes más íntimas. Por ello decidió, tras vencer la vergüenza y padecer dos semanas, acudir a su médico.
Pero ella no sabía que su médico no estaba en ese momento en la consulta. En su lugar, dos médicos jóvenes: el "ayudante", que recuerda vagamente de haberlo visto a lo largo del último año, y un chico nuevo, con gafas, que debe de ser un "estudiante" (INCISO: era yo hace dos años).

PACIENTE -Buenos día... no está Donadoni?
AYUDANTE -Pues no señora, no está. ¿Le puedo ayudar en algo?
PACIENTE -Ains... no sé. Es que preferiría decírselo a él.
AYUDANTE -Pues hoy no creo que vuelva... si quiere venir otro día.
PACIENTE -Ains... no, ya que está usté se lo pregunto, a ver si me acierta con lo que tengo... Me noto inritás mis partes.
AYUDANTE -¿Irritadas? ¿Cómo? ¿De ganas de rascarse o más bien como escocida?
PACIENTE -Bueno, de ganas de rascarme mayormente, pero yo no voy por ahí rascándome, ¿eh?
AYUDANTE -Sí, claro, claro. Pues nada, le hago un papel y que la vea el ginecólogo de San Fermín.
PACIENTE -¿A San Fermín? Ah...
AYUDANTE -¿Algún problema con el ginecólogo de San Fermín?
PACIENTE -¿Y no me puede dar nada usted?
AYUDANTE -Mejor que la vea un especialista que seguro que le acierta.
PACIENTE -Oiga, ¿y esto no se curaría con métodos naturales?
AYUDANTE -¿Naturales? ¿Por ejemplo?
PACIENTE -Es que el otro día salió un médico en la tele diciendo que ese tipo de cosas se curan con saliva.


O_o


AYUDANTE -¿Pero ese señor era un médico o un proxeneta? ¿La saliva propia o la ajena?
PACIENTE -¿Eihn?
AYUDANTE -No, mire, yo es que... en eso de los medios naturales no creo... vaya al especialista, vaya...
PACIENTE -Bueno... grasia eh? Adió...



Real como la vida misma...

Soy malo


...muy malo ...en ocasiones maligno... pero no con los pacientes , o al menos no voy a hablar de mis maldades con los pacientes, sino con mis otros compañeros (sobre todo los R1 recién llegados). No son novatadas crueles, no como las borregadas de los institutos o las facultades. Son bromas inocentes. Unas más orquestadas que otras, como ahora comprobaréis.
La más recurrente es la de crear a altas horas de la madrugada con la complicidad del/la administrativ@ de urgencias, un registro con un nombre de paciente falso. Generalmente lo hago cuando está cercano el cambio de turno de la noche (en torno a las 4:30-5 de la mañana) y no hay nadie en la sala de espera.
Hasta ahora he conseguido que mis compañeros llamen a:
-Mohamed El-Chirri Al-Morrane (a éste conseguí que lo llamaran tres personas diferentes en un lapso de unos 5 minutos): A uno le sonaba mal lo de Al-Morrane y acabó diciendo por megafonía: "Mohamed el-Chirri... Mohamed el-chirri!!!"... que como el chaval es de Jaén sonaba: "Mohamélchirri Mohamélchirri!!"
-Txomin Stoika Txondo. Este lo estuvo llamando el residente de primer año de cirugía, primero desde el box por megafonía, y luego se fue a llamarlo a la sala de espera, desde donde llamó una vez antes de que el adjunto de guardia saliese corriendo a por él cuando se enteró que había salido a llamarlo. Es tan majete el chaval que se guardó el registro como recuerdo.
-Inocencia Condes Caro: como las compañeras tardaron tanto en bajar y ponerse a ver pacientes, me fui a dormir antes de ver si picaban. Cinco días más tarde, en otra guardia, una de mis compañeras llega y me da una colleja. Sí que lo habían estado llamando, sí.
-Lothar Zahn Delaselva: una compañera muy concienzuda estuvo llamandolo incansable durante cinco minutos. El resto de los compañeros, escondiendonos tras carpetas de historiales para aguantar la risa. Hasta que me dice que qué hace, que no le contesta. Le aconsejo que llame a los celadores para que lo busquen. Los celadores le responden, vía telefónica, que se había fugado con la mona Chita.
-Pedro Espí Dermán (en esta ocasión añadí el motivo de consulta: picadura de araña). La compañera no cayó, hasta que le canté "Espí Dermán, Espí Dermán, donde has ido Espí Dermán".

Tambien en alguna ocasión he apuntado en la pizarra de las camas de observación a:
Ernesto Dejan Over..... encamado por Pancreatitis Aguda.
Alejandro Sanz... desgarro perianal.
Alejandro Lequio... priapismo.

A este tipo de cosas me refiero cuando digo que la voy a armar en mi última guardia...

Pero la más currada fue la de "La loca de la noche de las aleluyas"... no se pierdan el próximo episodio...

MMMMUAJAJAJAJAJAJA!!!


MMMMMMMMUUUUAAAJAJAJAJAJAJA!!!


MMMMMMMMMMMMMMMUUUUUUUAAAAAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAA!!!!!

lunes, mayo 29, 2006

Historia de otra guardia


Domingo en el hospital. Domingo típico de hospital, diría yo. Por la mañana, pocos y con cosas banales. Mucha consulta, poca enfermedad. La que se lleva la palma es la que ha venido del barrio de al lado del hospital (Calle Llimoner, o Eucaliptus, o Morera, ya no recuerdo...):
21 añitos. Vestida de domingo. Palillo adosado a la comisura izquierda de su boca.
-¿Qué te pasa?
-Que anoche me dió un dolor aquí (se señala la barriga), como un pinchazo y no podía dormir.
-Ah... y ahora ¿te duele?
-No, ahora no.
-Ah... bueno... pues túmbate a ver.


Exploro la barriga, y ante mi irónica sorpresa... es normal.

-Bueno, pues esto está normal... (y lo siento, pero no consigo aguantarme)... a ver si es que no te diste cuenta y te tragaste un palillo y por eso te pinchaba algo en la barriga...
-No, no me tragué ningún palillo.
-Ya, ya...

También atendí a una mujer entrada en años. La llamé dos o tres veces por megafonía hasta que vi una pareja entrada en años andar cogida del brazo por el pasillo. Más o menos a mitad, se abre otro pasillo que no lleva a ningún lado... y para allá que enfilaba la pareja. Cuando les llamo y les digo que por ahí no, que por aquí, el hombre me contesta lastimeramente:

-¡¡Es que yo soy ciego y ella sorda!!!

(Pobrets... vaya par...)

Por la tarde, mientras rellenaba papeles para trasladar a un paciente, un familiar de otro paciente que teniamos en observación llega al control, visiblemente alterada, y a gritos me exige que le dé algún calmante a su madre, que tenía dolor de cabeza. Con calma, le explico que no sé quién es su madre y que desconocía que necesitara calmantes, pero que iba a consultar la historia para ver qué le podía dar.
Consulto la historia: Mujer en coma.
Me pregunto cómo se sabe que le duele la cabeza a alguien que está en coma. Aun más, se lo pregunto a la familiar, que ha estado horadándome con la mirada mientras yo perdía el tiempo con mis pesquisas. Me contesta que lo sabe porque hace así (y arruga el ceño).
Mando que le pongan un analgésico (a la paciente, no a la familiar). Más rentable que una discusión que no me iba a llevar a ninguna parte ni iba a acabar bien.

Por la noche, como todos los domingos, la cosa empeoró. Más gente, y gente más grave. De todas formas, nada que nos sobrepasase.

Lo único, lo de siempre. Hay gente que está de guardia igual que uno (cobrando el doble, al menos), que parece que te haga un favor cuando solicitas que haga su trabajo. Hablo de determinados especialistas, tanto los que están de guardia en el hospital como los que están de guardia localizada. Les llamas para que hagan su trabajo como CONSULTORES, y se molestan. Les dices que necesitas que vengan a valorar a un paciente, y se molestan, y discuten con el peón residente de turno. El lunes día 5 es mi última guardia. Y no descarto decirselo a algún especialista: ¿te molesta que te llame? ¿te molesta venir a valorar a un paciente? Pues deja de hacer guardias... ¿o es que te molesta que te paguen las que haces por el morro?

martes, mayo 23, 2006

Santa Pola is different


Anoche, cuando entré de guardia en el centro de salud de Santa Pola, algo me llamó poderosamente la atención. En medio del pasillo, un carrito de la compra con un P-10 (el papelito que se usa en la seguridasosial para pedir algo al enfermero o para justificar que el paciente ha venido al medico) pegado. En él la siguiente leyenda: "Carrito de la compra de Paquita Peres Fernandes. Ha sido trasladada al hospital de Elche. Cuando le den el alta vendrá a por él".

Estoy seguro de que estas cosas no pasan fuera de Santa Pola o Elche.

sábado, mayo 20, 2006

Historia de una guardia


Acabo de llegar a casa del hospital. He estado de guardia desde las 15 horas de ayer hasta las 9:30 de hoy (se supone que acabo a las 9, pero siempre te entretienes con algo).
La verdad es que no ha sido nada mala. Mas bien tranquilita.
Cuando llegué, había diez pacientes sin cama de observación asignada, ubicados en camas en medio de los pasillos de la zona de observación. En principio es un mal comienzo. Pero por suerte, no ha ido viniendo mucha gente. Cuando me he querido dar cuenta, se habían subido a todos los pacientes a los que se les había cursado ingreso, y nos han dejado la observación medio vacía. Y así ha seguido la cosa, relajada. Muchos parones, mucho tiempo muerto para conversar. Los enfermeros intentando convencerme para que acepte la oferta de quedarme este verano a hacer guardias (lo cual os he de confesar que supone un orgullo para mí: los enfermeros de urgencias son unos grandísimos profesionales, y que valoren el trabajo de uno...).
Y así hemos seguido de tranquilos hasta la noche.
Al poco de volver de cenar (15 minutos para deglutir algo de ensalada y tres calamares gomosos, si eso es cenar...), mientras veía pacientes, aparece una señora. Pregunta por su marido. No recuerdo haber atendido a ese paciente. Ninguno de mis compañeros tampoco. La señora parece confusa: "No puede ser, le he dejado dando los datos y me he ido a aparcar, me han dicho fuera que lo están atendiendo". Yo, igual de confuso: "Pero que le pasaba a su marido?". La mujer "Que se ha encontrado mal mientras cenaba", me dice señalandose el pecho.
Ay, que hemos perdido a un paciente.

Pero no... desde la consulta de oftalmología, la más alejada, asoma una enfermera diciendo: "Está aquí, le estamos haciendo un electrocardiograma!!". La señora me echa una mirada desafiante y se va hacia allá.
Yo, nobleza obliga, voy detrás, decidido a atender yo al señor. La enfermera me dice que le han hecho el ECG y lo ha visto una compañera. Interrogo al paciente y miro el ECG. Vaya. ECG feo. No me gusta. Puede ser una angina o un infarto.

Así que lo paso al cuarto de paradas (donde ponemos medicación para cosas que se pueden complicar de un momento a otro). Las adjuntas de guardia (mis jefas) pasan conmigo y les cuento. Mientras hacemos preguntas al paciente, empieza la fiesta.

Fuera del cuarto en el que estamos empezamos a oir gritos.

"Que me dejes, tronco, que te lo digo en serio que me dejes que te la estás buscando!!"

Todos, menos el paciente, nos miramos con los ojos muy abiertos. "¿Y eso?"
En estas, que se abre la puerta y entra una celadora veterana con cara de guasa. "Unos detenidos que trae la policia, son para Trauma (vamos, golpes o cortes)".

"Que no sabes con quien te la juegas, tronco, te lo digo en serio"

"....y dice que el dolor era en el pecho y se le iba por un brazo?"

"Que me suelteeeees!!! Sueltameeeeee"

"...sí, doctor, y a la vez tenía sudores fríos"

"Aaaaaaaaaaaaah! Sueltameeeeeeeeeeeee!!!!"

"...y ganas de vomitar?"

"Te vas a enterar!!! JA JA JA JA JA (risas histéricas)"

"No, eso no, doctor"

"Quiero un abogaaaaaaadooooooooo (perdiéndose en la distancia)"

En esas, que se abre la puerta, mis adjuntas pegan un respingo. Pero sólo es Fiona, la intensivista de guardia (adivináis a quién se parece?). Tampoco es para tanto.

Le cuento la misma película a la intensivista. Mientras estudia los ECG que hemos ido haciendo, se vuelve a abrir la puerta. Pega también un respingo. Pero sólo es la celadora de antes, con la misma mirada de guasa.

Esto son las guardias en el Hospital. Y eso que fue normalita.


martes, mayo 16, 2006

Complejo de dependiente


Es lo que muy de tarde en tarde me hacen sentir algunos/as pacientes. Da igual que esté sentado yo en la silla "de pasar consulta". Da igual que en mis pijamas y batas ponga bien grande "MEDICO". Da igual que haya hecho maniobras exploratorias, que haya dado yo diagnósticos, que haya pedido yo pruebas... que me hacen sentir como el dependiente, el mancebo.
Ejemplo: está esa paciente que, aunque sabe que soy médico, aunque le hemos dicho más de una vez que me cuente a mí por qué viene, se sienta girada hacia Donadoni (mi tutor), incluso apoyando el codo más cercano a mí (en lenguaje no verbal, por si no lo domináis, eso quiere decir "me la sudas, nene"). Eso sí, mientras le está contando el motivo (generalmente banal) de su consulta, se gira hacia mí y me dice: "Ponme dos o tres recetas de tal o cual medicamento, nene". En más de una ocasión, le hemos llamado la atención al respecto (muy educadamente, le hemos hecho saber que me tenía que contar a mí lo que le pasaba). Y se ha deshecho en sonrisas y excusas tan reales como un leuro de madera.
Por suerte, mi tutor es un tío grande. Y cuando sale de la consulta deja escapar un "...que pamplinera que es esta mujer...". Y se acaba el mal rollo.

Y también está el paciente que cuando trae el resultado de alguna prueba, lo tiene que ver Donadoni. Por sistema, aunque lo vea yo antes y le de mi impresión, vendrá otra vez más en la siguiente semana y dejará caer lo de la prueba aquella.

Pero no me hago mala sangre. Son muchos años con el mismo médico y es comprensible.
Solo pido un mínimo de educación y respeto. ¿Es mucho pedir?
Porque si tratase yo a determinados pacientes como pienso que se merecen... House sonaría ñoño a mi lado.

Ironías del destino


Tanto hablaros ayer (teóricamente) de "dolor en el dedo" como ejemplo de las dificultaddes de llevar la consulta con ordenador... y... a ver si adivináis cuál ha sido el primer diagnóstico de hoy (por ordenador, ¿eh?)....



Pues sí: DOLOR EN EL DEDO.

Y por cierto: sin problemas con el programilla de marras. Es que somos dos y la mar de listos. A ver si os creeis que yo y este (Donadoni) ibamos a pasarlo mal...

lunes, mayo 15, 2006

Nos informatizan!!!


Leyendo las peripecias de un protocolega como es el Doctor JB me he dado cuenta de que no os he contado una de las novedades más importantes de mi día a día profesional. Nos informatizan la consulta. Todo esto comenzó allá por noviembre. Nos trajeron un terminal, un monitor TFT, y una impresora. Nos dijeron que a partir de diciembre iban a instalar el Abucasis II, el nuevo programa de gestión de la consulta.
Lo mismo dijeron en Enero, Febrero, Marzo y Abril. Y seguiamos con las historias en papel. Y con la terminal, el TFT y la impresora encima de un armario.
Pero en Mayo se pusieron las pilas, nos instalaron el terminal, el TFT y la impresora. Y nos pusieron una fecha: 16 de Mayo. A partir de ese día, podré ver los citados en mi pantalla, los avisos a domicilio; podré introducir los datos de la visita de cada paciente en la terminal, prescribir medicamentos y dar recetas sin aumentar mi callo del tercer dedo de la mano derecha. No tendré el problema de que no me han subido la historia, porque las tenemos todas en una estanteria de la consulta... porque... aqui viene uno de los problemillas: ¿quién mete los datos de la historia "de papel" en el ordenador? El tete y su tutor. ¿Cuándo? Cuando se pueda. En el mismo momento de la visita, en ratos muertos (ja-ja me parto)...
Luego, otro problema. Como es un programa ideado para control de la consulta por parte de la administración (básicamente, para ver cuándo vemos a quién, cuánto tiempo tardamos, qué diagnosticamos y qué damos como tratamiento)... no es todo lo ágil que debería ser para el profesional médico. Por ejemplo, si va una persona por dolor en el dedo, y queremos darle de baja por dolor en el dedo, tenemos que buscar el código de "Dolor en el dedo" en CIE-9. Y eso no es como buscar una canción en el Emule. Puedes poner "Dolor en el dedo"... y que te diga que no lo encuentra. Pero si vas buscando por el índice y vas entrando en submenús... te puedes encontrar "dolor en el dedo" con todas las letras.
Ahora imagínaos que todo el rato que habéis estado leyendo el rollaco que os acabo de meter (si habéis aguantado) es el rato que vuestro médico ha estado atento a la pantalla sin ofreceros atención. Tiempo que se suma al que se os atribuye de visita médica. Tiempo que se acumula.
Se avecinan unos meses buenos.

De momento ya han dejado momentos muy buenos:

1º Curso de Abucasis II. Altabix, 14:30 horas de un día de consulta:

El "profesor": Bueno, pues una vez habéis introducido el código de seguridad, entráis en la Agenda Profesional.
Un "alumno": Para para para... que ya estás como mi hijo!! ¿Dónde has pinchado para entrar ahí?

2º Curso de Abucasis II. Altabix, 14:30 horas del día siguiente:

El "profesor": ... y estos son los diagnósticos de tipo administrativo o no-médico, los que empieza su código por V. A éstos no les podréis asociar prescripción ni baja laboral.
El "alumno": ¿Cómo? ¿Que si un diagnóstico empieza por "V", como "Viriasis", no podré dar medicamentos ni la baja?

Imaginaros a vuestro padre, si no, aprendiendo a hacer lo que lleva haciendo 20 años a mano... con ordenador. Imaginaros a vuestro médico de 65 años escribiendo en vuestra historia informática con técnica bidigital.

Lo dicho... se vienen unos meses la mar de entretenidos...

sábado, mayo 13, 2006

Frases Célebres


"-¿Cuánto llevas en España?
-Prácticamente desde que llegué, doctor."


Eso está bien... ser prudente... no usar terminos absolutos... así nunca te pillarás los dedos.

lunes, mayo 01, 2006

HerrConsejo


¿Queréis saber algo útil de medicina para quedaros con la gente?
Cuando alguien tenga hipo, miradle fijamente a la vez que le preguntáis muy serios: "¿Qué haces?". Lo más normal es que el hipante te responda que hipar, claro. Entonces, responderéis igual de serios: "Ah, ¿sí? Pues vuelve a hacerlo. Tú vuelve a hacerlo. Vuelve a hipar. Vuelve a hipar y te doy 5 €. Pero vuelve a hipar, venga, vuelve a hipar. Hipa." No le dejéis que hable apenas. Mantened una verborrea en este sentido. Acosadle para que hipe.

La mayor parte de las veces (con la única persona que me ha fallado ha sido con mi mujer, pero ella no cuenta, tiene poderes) no volverá a hipar, no sé por qué extraña regla de tres. ¿Sugestión?