miércoles, noviembre 29, 2006

Herrdoktor en la tele

En parte gracias a JL, este mediodía me han entrevistado en TeleElx, donde he hablado sobre la Medicina Deportiva. Está siendo un año lleno de novedades: rueda de prensa, entrevista en la tele, fotos oficiales, notas de prensa... ¿el otro fútbol?

En fin, si queréis ver como cantinfleo... Jueves 30 a las 14:15h, 16h y 20h.

lunes, noviembre 27, 2006

Nombres de pega

Ya os comenté en otro post mi afición en horas aburridas de guardia de hacer hojas de urgencias con nombres de pega (Elena Nito del Bosque... Stoika Chonda... Pedro Espí Dermán...)

Pues bien, por lo visto tengo un alma gemela en un pueblo gallego, donde le pasaron una nota a la cantante de la verbena para que anunciase que una niña estaba en el puesto de la Cruz Roja. La cantante, muy atenta ella, repite varias veces el nombre...

miércoles, noviembre 22, 2006

El sindrome del recomendado

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Buenas tardes amiguitos y amiguitas. Hoy hablaremos del síndrome del recomendado, que es una variedad más de la Ley de Murphy aplicada a la medicina. En este caso, sería "Cuanto más interés personal tengas en que todo salga bien en la atención médica a tu paciente familiar o recomendado, peor saldrán las cosas".
Como caso práctico, (ESTE, aunque algo alterado por mi delirante imaginación) hablaremos del caso de "L" (No, no es Lesbiana, aunque rima).
L comienza con dolor abdominal. El dolor parece que es más agudo en el lado derecho del abdomen. (Sí, amiguitos, ahí donde está "la pendi"). Como el dolor parece que no cede, llaman a un amigo médico que trabaja en el hospital de su localidad, al que aparte de dársele muy bien eso de la medicina y la anestesiología, le gustan mucho las olivas sevillanas. Mi colega, todo sentido común, les emplaza a dirigirse al servicio de urgencias de dicho hospital, donde él les esperará, guiará y agilizará los trámites.

Bueno, aquí llega el primer error en el síndrome del recomendado. Cuanto más te impliques, más posibilidades de que las cosas se tuerzan donde y cuando uno menos se lo espera.

L llega al servicio de urgencias, con mucho dolor. Se le toma la temperatura y quizás tiene algo de fiebre o febrícula (fiebre a partir de 38ºC, febrícula de 37'5 a 38). Se le decide pasar a una cama. Pero resulta que el servicio anda colapsado y no hay más sitio en el área de observación que en un pasillo. (Veis? Veis? Síndrome del recomendado!)
Se le extrae sangre para realizar una analítica, se le solicita orina, para incluso realizar una prueba de embarazo (Pese a las medidas habituales, como el DIU o los anovulatorios, a veces se producen embarazos tipo McGyver que pueden complicarse de forma muy dolorosa).
Mi colega, una vez más haciendo gala de su buena praxis, ante el dolor tan agudo (quizás algo exagerado según apunta el marido de L), apunta entre las sospechas diagnósticas la apendicitis. Por su trabajo, anda en contacto constante con los cirujanos. Se entera de quiénes están de guardia y les pide como favor personal que valoren a L. (Otro error del síndrome del recomendado, ahora se extiende también a los cirujanos).
Mientras tanto, llega la analítica sanguínea, que muestra leucocitosis, un signo que corroboraría en parte el diagnóstico de apendicitis.
Y el síndrome del recomendado comienza a dar la cara: se ha perdido la orina. No ha llegado al laboratorio. En urgencias se usa un sistema para enviar muestras al laboratorio, similar a los tubos con que recogen las recaudaciones en los supermercados y que tanto fascina a la Negra Murguera. A veces este sistema falla... y las muestras desaparecen. En ocasiones llaman de tal o cual planta, avisando de que ha aparecido allí tal o cual muestra... otras veces... nunca más se supo...
El tiempo pasa, recogen la nueva muestra y la mandan analizar. El dolor (síntoma y por tanto subjetivo) persiste, cada vez más agudo. L está nerviosa, muy dolorida. Mi colega, por supuesto, muy preocupado, pues si se trata de apendicitis, en cualquier momento puede romperse el apéndice, liberar pus al abdomen y provocar una peritonitis, una situacion muy grave... decide volver a avisar a los cirujanos. Los cirujanos, ante la situación, deciden cortar por lo sano (esto es un mal chiste médico, lo siento) y meterla a quirófano. Todo concuerda: dolor típico, evolución, fiebre, leucocitosis... el riesgo de no operar supera al de operar? Sí. Pues padentro.

Resultado: Laparotomía blanca. Un apéndice sanísimo. La culminación de un síndrome del recomendado.

Analicemos:

- ¿Obraron bien mi colega y los cirujanos? Sí, si pensaban que el riesgo de no operar era superior al de operar, teniendo la sospecha fundada de si era una apendicitis.
- ¿Se tiene derecho a solicitar daños y perjuicios, por el riesgo sufrido? Como poderse, se puede, por supuesto. Pero tal y como pienso que sucedió todo... Si todo iba indicando la sospecha de apendicitis, solo se puede achacar al fallo humano. Nunca a la mala praxis ni a la negligencia. Negligencia y mala praxis hubiese sido no operar o al menos no realizar una prueba de imagen (una ecografía) teniendo y documentando la sospecha de una apendicitis.
-¿Hay opciones de recibir indemnización en virtud a riesgos y/o perjuicios recibidos (cicatriz)? Pocas, puesto que los perjuicios recibidos por suerte han sido escasos y probablemente se argumentaría la necesidad de operar ante la sospecha. Recordemos: riesgo de no operar vs riesgo de operar.
- ¿Se debería haber realizado prueba de imagen o valoracion ginecológica? En un entorno ideal, sí. Me explico: si no hubiese supuesto una gran demora la realizacion de una ecografía o una valoración ginecológica, sí. Pero tal y como parece que estaba la urgencia ese día, no parece lo más aconsejable teniendo en cuenta la sospecha de apendicitis y la posibilidad de perforación si se deja evolucionar más de la cuenta.
- No todos los cirujanos son iguales. En efecto, les encanta operar (si no, mala profesión escogieron). Pero la mayoría se afana por demostrar que NO tiene nada quirúrgico, y generalmente para ellos operar sea la última opción salvo emergencia. (Parece mentira que diga yo, médico convencido, esto)
- ¿Salpicaría cualquier proceso legal a mi colega? Sí, si se ha involucrado de forma legal: si ha escrito en la historia o registro de urgencias, si ha solicitado pruebas,... dudo que pasase más allá de que le llamasen a hacer una declaración. Pero no es una situación en absoluto agradable. Aunque, claro, tampoco lo es que le operen a uno sin necesidad demostrada a posteriori.
- ¿Hubiese decidido yo operar? Según pintaba el caso, y en las mismas condiciones, si hubiese sido mi amiga, mi mujer, mi hermana, mi madre... seguramente sí. En esos casos, yo prefiero siempre una operación de más que una de menos. Aunque, maticemos: no es lo mismo una mujer sana de veintitantos-treinta que un anciano con varias enfermedades. El riesgo de una anestesia general varía de forma abismal. Aunque la pregunta se la devuelvo a la audiencia del blog:

Tras estar tu mujer/hermana/amiga cinco horas en urgencias más dos o tres en casa encogida por el dolor, en un pasillo, tras que se extravíe la analítica en una ocasión. Tras ver a tu amigo el médico con cara de preocupación a tu lado, que te dice que parece que es apendicitis y además las pruebas no indican lo contrario. Tras todo eso, los cirujanos te dicen que piensan que se trata de una apendicitis y que deben de operar, pues si no se expone a la paciente a una peritonitis, situación muy grave.
Tras todo eso... ¿Os hubiéseis negado a que la operasen hasta que estuviesen seguros 100%?

lunes, noviembre 20, 2006

Despertares


Salí el otro día del entrenamiento con ganas de contactar con medicina de verdad. Así que me fui a ver a Donadoni, mi tutor del año pasado, mi tutor para siempre. Pudimos hablar poco, que a las 13:30 aún tenía bastante trabajo. Pero fue tiempo suficiente para darme una gran alegría: mi compañero Sergio, el que tuvo el accidente, tras darle el alta en el hospital de Alicante e ingresar en una clínica de Barcelona... ha mejorado muchísimo.

Se despertó del coma, habla, recuerda, se identifica como médico... lo único, que tiene la parte izquierda del cuerpo un poco más torpe... pero el caso es que, en contra de lo que pensábamos... despertó. Acabó su pesadilla. Yo no soy creyente... pero ante la fe que mostraba su padre... ¿quién es capaz de pensar que eso no tuvo nada que ver? Parece que, finalmente, su Ángel de la Guarda hizo unas llamaditas...

domingo, noviembre 05, 2006

Buena idea...

Image Hosted by ImageShack.us
Sabado noche, de juerga en mi nuevo trabajo (urgencias de un hospital privado alicantino, contrato indefinido, muuuuuucho mas tranquilo que el hospital de Elche). Son cerca de las once de la noche, y el siguiente paciente que me pasan viene por... "constipado". (Vivan las urgencias)
Cuando le hago pasar, resulta ser un joven de mi edad (abstenerse maliciosos comentarios). Complexión fuerte, vestimenta "smart casual".
Me pide disculpas lo primero, pues entiende que no es para ir a urgencias, pero que está yendo a un curso a Madrid desde hace un mes y el ritmo es tan alto que no puede ni ir al médico. Y que esta semana son las pruebas fisicas.
Comienzo a explorarle la garganta, el cuello, cuando llega el momento de auscultarle y le pido que se levante la camisa por detrás... mi paciente titubea un poco, y dice "Espere, que mejor si le enseño esto..." y me enseña una placa policial.
Mientras yo comienzo a preguntarme que por qué me enseña su placa... me sigue diciendo:
"Es que llevo la pistola y es para que entienda por qué la llevo" (Mientras me enseña también brevemente su pistola reglamentaria que lleva en la cinturilla del pantalón.

Buena idea!! Porque si llego a ver la "pipa" sin más... imaginaos...