viernes, diciembre 23, 2005

La noche de los electrones vivientes


¡¡AVISO!!
Por deferencia hacia los lectores más impresionables, no se usaron comentarios clínicos ni descripciones gráficas de las patologías más asquerosas.
Tampoco se maltrató ningún animal a la hora de redactar este artículo.

Aclarado el tema... al tema!!



Vaya nochecita más curiosa. Llego a Santa Pola con la noticia de que hay fiesta estudiantil "Fin de exámenes del insti". Jo, que guay. Que ilu. Noche de agresiones entre mañacos, de menores borrachos, de llamar a sus padres y darles un susto...

Pero no. Ha resultado una noche de lo más tranquila. Ni siquiera me han llamado en mi turno y he dormido casi 6 horas de tirón. Pero qué guardia más rara...
Empezó más o menos movida. Tres o cuatro seguidos para cada uno de los dos médicos que éramos. Anginas, dolor de barriga, mareo, vértigo... hasta aquí todo normal.
Primera de la noche: llamada telefónica, para consultarle al doctor (en ese caso, yo mismo). Una señora verborreica que en resumen (que, si no, lleno media internet) lo que me decía es que se notaba como unas sacudidas por todo el cuerpo y que le daban mucho susto cuando le daban. Claro, yo ahí ni repajolera idea de lo que le podía estar pasando a la muier. Pero oyendo su discurso, tenía la sospecha de que muy bien no estaba (de la cabeza). Le voy preguntando, lo típico, que desde cuando le pasa (huuuuuuuuuuuuy... desde hase meses) y que a qué cree que se debe (yo creo que es por el medicamento de los nervios). Y ya hemos llegado donde íbamos, pienso yo. Aunque sospecho que la mujer quiere que le justifique que no se tome "el medicamento de los nervios", le sigo preguntando. Que desde cuando se toma el medicamento de los nervios. (Pos nene, desde el lunes). Claro, a mí tampoco me cuadra.
A todo esto, que llega mi compañero, que tiene plaza fija en ese centro. Más o menos le cuento de lo que va el tema, (a él y a la señora a la vez). Me dice que le diga que sí a todo, que es de su consulta y que no está bien. (Estoy hecho un hacha). Total, que complazco a la señora dandole permiso para dejarse la pastilla de los nervios y volver a su pastilla de toda la vida de los nervios... que es lo mismo que mi compañero le había dicho esa tarde en consulta.

Segunda llamada de la noche... una señora que estaba preocupada porque un medicamento nuevo que le habían recetado esa tarde la hacía ver doble, tener la boca seca, mareo... le pido el nombre del medicamento, y es un tranquilizante que en efecto tiene esos efectos secundarios. Y la peculiaridad de que se usa para ayudar a dormir, por todo esto. Te lo tomas, y te acuestas. Así si ves doble ni te enteras porque está todo oscuro. Pero la mujer se lo había tomado a las 5 de la tarde. Y claro, me contaba que veía doble, que iba mareada, de lado a lado de la calle. Lo que la mujer tenía era un globo de los reglamentarios!!
Y aun me dice la pobre que había leído en el prospecto que era HIPNÓTICO!!! Que cómo le daban un hipnótico!! (Aclaración: en farmacología hipnótico quiere decir que da sueño). Le pregunto que para qué era el medicamento. Y me responde: "Para dormir".
Que médico más malo... mira que dar un hipnótico a una mujer con problemas de sueño...

Aparición estelar de un individuo joven al que un coche deja en la misma puerta (eso lo suelen hacer cuando traen a alguien muy malito, así que nos alertamos un poco). Entra cojeando ligeramente. La celadora lo atiende:

-¿Qué le pasa?
-Pues mire, que he tenido un percance, y me he hecho un esguince grado II
(Huy, huy, huy... un listillo...) pero ya me lo he tratado yo, mi madre me ha puesto una venda. (definitivamente aquí perdió sus opciones).
-Entonces, ¿quiere que le atienda el médico?
-No, no, era para ver si me podían dejar unas muletas.
(Aissss.... que mala suerte, campeón, acabamos de dar las últimas... ^-^)
-Pues no, pero llame a la farmacia de guardia a ver si allí hay suerte.

Como decía Manolete: hay gente pa tó.

Tercera llamada de la noche: un chaval que está muy nervioso y asustado, la celadora lo intenta calmar. Pero acaba pasandonos el teléfono. El chico muy asustado nos cuenta que se ha despertado mareado y se ha dado cuenta que se había dejado la estufa encendida, y que estaba un poco mareado. Le decimos que abra todas las ventanas y que salga de la casa, que le mandamos una ambulancia para traerle al centro y administrarle oxígeno. Nos añade que ha tomado algo para dormir (algo muy flojo) y que está un poco mareado. Le decimos que se tranquilice, que no pasa nada.

Finalmente llega el individuo en cuestión traído por las chicas de la cruz roja (abandonad todo pensamiento lascivo, descerebrados!!).
Le tumbo en la camilla y le voy preguntando... hasta que me confiesa que la estufa (que yo siempre pensé que cuando se dice estufa queda sobreentendido que es DE GAS )... era ELÉCTRICA!! Así que le dije a la celadora que llamase a un taxi, que la intoxicación por electrones no era grave y el sujeto sobreviviría.

Y por último, justo antes de irme a dormir... vemos llegar un coche patrulla de Playmobil. Se baja el poli1, se baja el poli2, abren la puerta de atrás, baja un detenido-esposado... y sale corriendo!! (Todo esto presenciado desde dentro del centro de salud, a través de un ventanal). Los polis salen corriendo detrás, y al minuto ya están de vuelta, con el detenido adosado al poli1 con una media llave Allen (o como se llame la llave esa de lucha libre que le agarran por un brazo y la nuca). El detenido bramando como un toro... y el poli1 con una cara de mala leche que te cagas (confieso... a mí se me escapó un peico y todo).
Total, que lo entran y dicen que le hagamos el parte de lesiones para el juzgado y punto. Aquel sin parar de decir tonterías, insultar, amenazar. Pero a ratos, se echaba a gimotear diciendo "Que yo no tengo a nadie a quien le importe... ni una hermanica ni na... no tengo nadie que se preocupe por mi...". Para acto seguido amenazarle al médico, al enfermero, a la celadora...

Acabamos pinchándole un tranquilizante de esos para caballos en el muslo, dada la poca accesibilidad del trasero del detenido.

Y ahí ya me fui a dormir... como que ya tenía bastante.

Bueno, para acabar, antes de irme del centro de salud, me saco un café de la máquina (por la pura necesidad de cafeína, el sabor es lo de menos). Esa máquina es tremenda... acepta todas las monedas. Así que generalmente la usamos para descargar la chatarra. Pero hoy llevaba una moneda de Euro, y es lo que he usado. Pues bien... me ha devuelto los 70 centimos de vueltas en moneditas de 10c, 5c y 2c...

Eso es lo que llamo yo una venganza en toda regla...

No hay comentarios: